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Obras de Yorik R. Piña Y Programas de AMIMUNDO
Premiación para niños y jóvenes entre 10 y 20 años en el "Programa Virtual de Prevención del delito y otros vicios" (PCPC)
PCPC en Español, English, Francês, Italiano, português, 简体中文
Copyright © 2024. Yorik R. Piña. All rights reserved.
Próxima premiación, domingo 30 de junio, 2024
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Fragmento de urbanidad
Fragmento de urbanidad
Para Crecer
TEMA
PARA CRECER
"Soporta con una sonrisa los defectos de los demás"
Esta actividad, ejecutada frecuentemente, puede generar capacidad de crear grupos de afecto y demostrar creatividad, conciencia de individualidad, tenacidad, empatía, asertividad, compasión, generosidad, fuerza de voluntad.

Conversa con tus padres, maestros, los vecinos del barrio, compañeros de la escuela, amigos sobre temas cotidianos. Nunca lo hagas con desconocidos; pueden ocasionarte problemas que podrás entender más adelante y, mucho menos, si tus padres nunca los han visto.



Vas a descubrir muchos defectos en ellos. Jamás se los enrostres ni los humilles. Sopórtalos; pero no los imites. Aprende a detectar defectos para que valores mejor tus virtudes. Eso se logra conversando. No es deseable que critiques con terceros los defectos que has podido detectar en los vecinos y personas conocidas.  Se discreto.

Fundación Amigos Del Mundo Incorporada. Amimundo.
Programa de Crecimiento Personal.
Módulo 11 .
Urbanidad de Manuel Carreño.
Del modo de conducirnos  en casa ajena.
1 -Evitemos, en cuanto nos sea posible, el hospedarnos en las casas de nuestros amigos, especialmente de aquellos a quienes hayamos de ser molestos o gravosos, ya por la escasez de su fortuna, que los tendrá quizá reducidos a necesidades interiores, de que siempre es mortificante se impongan los extraños; ya porque esta misma escasez no les permita obsequiarnos debidamente sin hacer algún sacrificio; ya en fin, porque no teniendo aposentos desocupados, hayan de desacomodarse ellos mismos para darnos alojamiento.
2 -Es tan sólo propio de personas vulgares e inconsiderables el ir a permanecer de asiento en las casas de campo a donde se trasladan sus amigos para mudar de temperamento y reponer su salud. El que toma una de estas casas con tal objeto lo hace, generalmente, después de haber pasado por todos los quebrantos y sacrificios de que trae consigo una enfermedad; y aun cuando así no sea, sus gastos han de aumentarse necesariamente, y siempre le serán gravosos los que se vea obligado a hacer para obsequiar a sus huéspedes. Y téngase presente que estas consideraciones deben obrar en nuestro animo para retraernos, no sólo de ir a habitar en las casas de nuestros amigos convalecientes, sino de hacerles visitas a horas en que los pongamos en el caso de sentarnos a su mesa.
3 -También pueden nuestros amigos trasladarse temporalmente a una casa de campo, no ya para tomar aires, sino con el objeto de descansar de sus fatigas y solazarse; y aunque es natural que cuenten, entonces, con recibir frecuentes visitas y que presupongan los gastos necesarios para obsequiarlas, en todo lo que sea ponerlos en el caso de prepararnos habitación y sentarnos a su mesa, la delicadeza nos prohíbe hacer otra cosa que ceder prudente y racionalmente a sus insistencias.
4 -Supuesta la necesidad imprescindible de hospedarnos en la casa de un amigo, procuraremos permanecer en ella el menos tiempo que nos sea posible, sobre todo si ello ha de obligarle a aumentar considerablemente sus gastos, o si se ha visto en la necesidad de privarse del uso de algunas habitaciones que haya desocupado únicamente para recibirnos.
5 -Las personas de buena educación, aunque sea en establecimientos públicos que se encuentren hospedadas, siempre procuran no hacerse molestas, ni llevar sus exigencias más allá de lo justo y necesario, tratando con afabilidad a los mismos a quienes pagan su dinero. Por consiguiente, cuando es la amistad la que las recibe en su seno, sus atenciones son mucho más exquisitas; y en su manera de conducirse tan sólo inspiran el deseo de corresponder dignamente al obsequio que reciben, y de dejar agradables recuerdos en todo círculo de la familia de que, puede decirse, han formado parte.
6 -Ya se deja ver que en la casa en que estamos hospedados habremos de conducirnos conforme a las reglas establecidas en los artículos precedentes; pero tengamos entendido que en ella debemos usar siempre de menos libertad que en nuestra propia casa, por grande que sea la amistad que nos una a las personas que nos rodean.
7 -Esto no quiere decir que hayamos de mostrarnos esquivos a la cordialidad y confianza con que se nos favorezca, pues de esta manera corresponderíamos indignamente a la amistad y a la generosa efusión de la hospitalidad; sino que debemos establecer siempre una diferencia por pequeña que sea, entre la libertad que nos brinda el propio hogar, y la casa en que vivimos accidentalmente, donde los principios ya establecidos de la etiqueta no nos conceden igual grado de confianza que entre nuestra familia.
Continuación
8 -Cuando los dueños de la casa hayan descuidado el proveernos de algunos muebles que necesitemos en nuestra habitación, evitemos el pedirles los que no nos sean del todo imprescindibles; prefiriendo siempre comprar aquellos que por su pequeño volumen no han de llamar la atención, y pueda entenderse en todo caso que hemos llevado en nuestro equipaje.
9 -Procuremos hacer por nosotros mismos, todo aquello que no haga absolutamente indispensable la intervenci6n de las personas de la casa.
10 -Tributemos un respeto sin limites a los usos y costumbres de la casa en que estamos, y procuremos descubrir discreta y sagazmente todas aquellas privaciones a que las personas de la familia se sujeten en su tenor de vida, con el objeto de obsequiarnos y complacernos, a fin de arreglar nuestra conducta de manera que se hagan innecesarias.
11 -Jamás penetremos en las piezas interiores de la casa, y mucho menos en aquellas que sirvan de dormitorios.
12 -Tratemos con dulzura a los criados de la casa, y manifestémosles siempre nuestro agradecimiento por los servicios que nos prestan. Al despedirnos de la casa es muy propio y decente que les hagamos algún presente, sin excluir a aquellos a quienes no haya tocado el servirnos.
13 -Luego que hayamos regresado al lugar de nuestra residencia aprovecharemos la primera oportunidad para escribir a los amigos que nos hospedaron en una corta y afectuosa carta muy llena de expresiones y agradecimiento.
14 -Si después de haber regresado a nuestra casa queremos hacer algún presente a las personas que nos hospedaron, no lo hagamos sino pasado algún tiempo, a fin de despojarlo del carácter remuneratorio que pudiera atribuírsele, el cual lo convertiría, desde luego, en una demostración indelicada; y no elijamos nunca para esto, un objeto demasiado costoso, ni de un valor que se aproxime siquiera a la cantidad en que pueden estimarse los gastos hechos por nuestra causa.

Conocimiento
Fragmento de urbanidad
PCP-11

Lee y  Reflexiona:
“Si no sueltas el pasado, ¿con qué mano agarras el futuro?”

TEMA
"Haz una buena acción todos los días"
La práctica constante de esta actividad puede generar fuerza ded voluntad, conciencia de individualidad, capacidad de crear grupos de afecto, generosidad, asertividad, empatía, solidaridad, tenacidad.



Confecciona una lista de las buenas acciones que podrías hacer en tu hogar, en la escuela, en tu barrio y en las asociaciones deportivas, culturales o en la iglesia a la que asistes. (Ej.: Cruzar un anciano en la calle, fregar los pisos de tu hogar, cargar el agua a una anciana o anciano, ayudar a un minusválido, etc.) Ejecútalas.
Este ejercicio te fortalece, grandemente, tu volición (voluntad). Al cabo de un tiempo, tu voluntad va a estar tan fuerte que estarás en condiciones de hacer contigo lo que tú quieras, no lo que otro quiera. Sólo harás lo que otro te pida por el espíritu de servicio, por AMOR.
Si tienes 18 años o más y no tienes desarrollado este valor, necesitas, urgentemente, visitar un profesional de la conducta porque puedes ser presa de cualquier delincuente que te ofrezca villas y castillas.
Si no tienes voluntad, estás regido por el principio del placer, que busca la reducción inmediata de la tensión.
Con el principio del placer, opera el "ELLO" que, según Sigmund Freud, es "un caos, un caldero lleno de excitaciones hirvientes".

Fundación Amigos Del Mundo Incorporada. Amimundo.
Programa de Crecimiento Personal.
Módulo 11 .
Urbanidad de Manuel Carreño.
Del modo de conducirnos con nuestros vecinos.
A veces situamos los animales que a nosotros mismos nos molestan en la parte mas retirada de la casa, como lo hacemos con los perros, que atamos en el corral, pero pensemos que si de este modo alejamos de nosotros la incomodidad, es posible que sean nuestros vecinos los que han de sufrirla.
Es sobre manera impolítico el tocar constantemente un instrumento en la sala con las ventanas abiertas, o en cualquier otro lugar en que los sonidos hayan de transmitirse a las casas vecinas.
Tan solo podemos hacerlo en las horas ordinarias de tertulia y eso cuando lo que ejecutemos sean piezas cuyas dificultades hayamos ya vencido; pues para los ejercicios de puro estudio deberemos retirarnos a algún sitio interior de la casa, o cerrar las ventanas de la sala, si no podemos menos que practicarlos en ella.
Los cuidados que hemos de emplear para no molestar a nuestros vecinos deben ser todavía mayores respecto de los que habitan las casas mas inmediatas a la nuestra, especialmente, en la noche, en que tan fácilmente podríamos perturbar su sueño con el mas ligero ruido.
Guardémonos de recurrir a nuestros vecinos para que nos presten muebles, ni ningún otro objeto que podamos proporcionarnos con el dinero, o por medio de nuestros íntimos amigos; con la única excepción de los casos en que nos encontremos en algún conflicto.
14 -No es propio de personas bien educadas dirigir desde su casa miradas escudriñadoras a las casas inmediatas, ni salir a sus ventanas a imponerse de algún suceso escandaloso que en ellas ocurra.
15 -Cuando en una familia vecina ocurre un accidente desgraciado, debemos apresurarnos a ofrecerles nuestros servicios, si tenemos fundados motivos para creer que le sean necesarios.
16 -Siempre que llegue a nuestro conocimiento la noticia de la proximidad de un peligro común, debemos participarlo a nuestros vecinos, en toda la extensión que nos permita la premura del tiempo, y la necesidad de atender a nuestra propia seguridad.
17 -Cuando sabemos que en una casa próxima a la nuestra hay un enfermo de gravedad debemos ofrecer a su familia nuestros servicios, si creemos que puede necesitarlos, informarnos con la posible frecuencia de su estado, y omitir en nuestra casa toda fiesta, toda demostración bulliciosa de contento, tal como el baile, el canto, o el sonido de algún instrumento musical.
18 -Cuando prolongándose la gravedad por muchos días, y no estando la casa del enfermo muy próxima a la nuestra, nos veamos en la necesidad de entregarnos a ejercicios musicales por vía de estudio, podremos hacerlo, retirándonos para ello a la parte interior del edificio; mas de ninguna manera lo haremos en el dia en que el enfermo haya recibido el viático.
19 -Muerto un vecino, no solo no deberemos tener una fiesta en nuestra casa, sino que no cantaremos, ni tocaremos ningún instrumento en los días inmediatos; prolongándose estas privaciones hasta por ocho días, según la distancia a que nos encontremos de la familia dolorida, sus circunstancias especiales, y las consideraciones personales que le debemos.
20 -En general, toda demostración de alegría en nuestra casa nos esta severamente prohibida en los momentos en que nuestros vecinos se encuentran bajo la impresión de un acontecimiento infausto; procediendo en los diferentes casos que pueden ocurrir con arreglo a los principios aquí establecidos, y a lo que aconseje la prudencia, atendidas las circunstancias indicadas anteriormente.
21 — Observaremos por conclusión que las consideraciones entre vecinos son todavía más imprescindibles que las que deben guardarse los hombres bajo los demás respectos sociales.
Fácil es apartarse de aquellos círculos donde se experimentan desagrados, y aun renunciar a aquellas relaciones que pueden sernos perjudiciales; mas no es lo mismo el huir de un lugar en que se hace insoportable la conducta de los vecinos, abandonando acaso el edificio que se ha construido, para vivir, desacomodando una familia entera, y sometiéndose a todos los trastornos que ocasiona el mudar de residencia.
Actividades
Fragmento de urbanidad
Para Tu Conocimiento:
Esta   actividad tiene por objeto mostrarte el conocimiento que necesitas para   sobrevivir y ser competitivo en tu comunidad.

Cuadro I
Lectura.
Lee, cada día, en voz alta, un fragmento de lectura de un buen libro. En la coma (,) detente por 0.5 segundos.
En el punto (.) detente por 2 segundos. En el punto y coma (;) detente por 1 segundo. Las palabras que no entiendas subrayarlas, búscalas en un diccionario y luego vuelve a leer el fragmento. Lo vas a entender a la perfección.

Cuadro II
Lengua Española
La Interjección.
Propias
Impropias
Investiga cuantas   interjecciones existen en el castellano, explica su uso y enuméralas.

Cuadro III
Geografía.
Enumera los lagos más grandes del mundo y, al lado, el país en donde se encuentra.

Cuadro IV
Historia
Confecciona un listado con los 12 Césares de la Roma   Antigua.

Cuadro V
Naturales
Enumera   las partes de una planta.

Cuadro VI
Cultura General
Confecciona una lista con   los mejores músicos de tu país, de todos los tiempos.

Fundación Amigos Del Mundo
Urbanidad de Carreño
Del Modo de conducirnos dentro de la casa
De los deberes de la hospitalidad
1 — Desde el momento en que una persona cualquiera se dirige a nuestra casa, se supone  que ha contado con recibir de nosotros una acogida cortés benévola; pues claro es que se  abstendría de penetrar en el recinto donde ejercemos un dominio absoluto, si temiera de nuestra parte ser desatendida o de cualquier otra manera mortificada.
2 ___Nada es más bello ni más noble que el ejercicio de la hospitalidad, cuando es nuestro mismo enemigo el que busca en nuestro hogar un amparo contra el peligro que le amenaza;  y es entonces cuando se pone a la más decisiva prueba el temple de nuestra alma, la elevación de nuestro carácter, la solidez de nuestros principios y la grandeza de nuestros sentimientos.
3 — Debemos recibir siempre con atención y afabilidad a aquel que, sin merecer la calificación de enemigo nuestro, nos haya hecho, o creamos habernos hecho, alguna ofensa.
La civilidad nos prohíbe, absolutamente, mostrar a ninguna persona en nuestra casa, ya sea por medio de palabras, o por señales exteriores de disgusto, la queja que de ella tenemos; a  menos que se trate de una explicación pacífica y cortés, la cual, presidida como debe estar  por la amistad y por el sincero deseo de cortar una desavenencia, excluirá desde luego toda  manifestación que pueda ser desagradable y mortificante.
 4 -Jamás recibamos con displicencia, ni menos contestemos con palabras destempladas, al infeliz que llega a nuestras puertas a implorar nuestro socorro. Aquel a quien la desgracia ha condenado a vivir de la beneficencia de sus semejantes, no merece, por cierto, que le humillemos; y ya que no podemos remediar sus necesidades, ofrezcámosle el consuelo de una acogida afable y benévola. Cuando no podamos dar limosnas, demos siquiera buenas palabras, que para el desvalido son también obras de caridad.
5 -Aunque podría bastar lo dicho para comprender todo lo que debemos a nuestros amigos siempre que se encuentren en nuestra casa, bueno será indicar aquí algunas reglas especiales que tenemos que observar cuando en ella les damos hospedaje, y han de vivir por lo tanto en familia con nosotros.
6 -Desde que un amigo nos anuncia que va a hospedarse en nuestra casa, nos dispondremos a recibirle dignamente, preparándole la habitación que consideremos más cómoda, en la cual pondremos todos los muebles que pueda necesitar; y si tenemos noticia oportuna del día y la hora de su llegada, saldremos a encontrarle al sitio de su arribo para acompañarle a nuestra casa.
7 -No permitiremos que nuestro huésped haga ningún gasto para su manutención.
8 -Procuraremos estudiar las costumbres domésticas de nuestro huésped a fin de impedir que las altere en nada para acomodarse a las nuestras; sometiéndonos con este objeto a las privaciones que sean necesarias, y procediendo de manera que no lleguen a su conocimiento.
9 -Durante la residencia de un amigo en nuestra casa evitemos el invitar a nuestra mesa a personas que le sean enteramente desconocidas, con los cuales no sea oportuno ponerle en relación, y sobre todo a aquellas que con el se encuentren desacordadas; a menos que respecto a estas últimas, y según las reglas que expondremos más adelante, nos sea licito aprovechar esta coyuntura para promover una decorosa reconciliación.
10 -Es nuestro deber informamos de los manjares que nuestro huésped prefiere, a fin de presentárselos siempre en la mesa; si además de las comidas que hacemos, ordinariamente en el día, acostumbra algunas otras, para que no las eche de menos en nuestra casa; finalmente, si gusta de tomar frutas, dulces, y otras golosinas, para que del mismo modo procuremos proporcionárselas.
11 -Hagamos de manera que nuestro huésped tenga en nuestra casa toda la libertad y desahogo de que debe gozarse en el seno de la vida domestica; y no manifestemos nunca disgusto cuando por ignorancia o defecto de educación llegue a traspasar en este punto los límites que la etiqueta le demarca.
12 -Si nuestro huésped enfermare, consideremos que nada aumenta más los sufrimientos de una enfermedad que la ausencia de la propia familia; y procuraremos, por tanto, atenuar esta pena con cuidados de tal manera exquisitos y afectuosos que no le permita echar de menos los que recibiría de sus mismos deudos.
13 -AI separarse un huésped de nosotros le manifestaremos nuestra pena por su partida y le excitaremos, afectuosamente, a que vuelva a usar de nuestra casa; acompañándole hasta el punto de partida de nuestra ciudad: aeródromo o puerto según el caso.
14 -Si pasado el tiempo necesario para recibir una carta de nuestro huésped no llegáramos a recibirla, entonces le escribiremos nosotros, pues debemos suponer que el no ha podido hacerlo, o que si lo ha hecho, su carta se ha extraviado.
COMPORTAMIENTO DE LA SECRETARIA
La secretaria debe ser eficiente, discreta y respetuosa. Debe hacer todo lo posible por ser, además, atractiva. Debe vestirse, peinarse y maquillarse con esmero y elegancia, sin tonos exagerados o atuendos demasiado llamativos y extravagantes.
Debe procurar establecer unas relaciones cordiales; pero impersonales con su jefe sobre todo, si es bastante atractiva, debe vigilar su actitud para que no se preste a malas interpretaciones, no solo de parte de su jefe, sino de parte de los compañeros de trabajo y demás personal de la oficina.
Si el jefe la invita a comer, deberá aceptar la invitación siempre que esta no sea muy frecuente.
ACTIVIDADES PERSONALES



Son actividades que se repetirán desde el módulo 11 al 20.
 A) Aprende Otro Idioma.
 B) Aprende un oficio (Esta es una Brillante Idea).
 C) Siembra 10 árboles frutales.
 D) Practica el ejercicio físico. Ej. gimnasio, caminata, etc.,
 consultando, previamente, tu médico.

 ACTIVIDADES GRUPALES

 

Es obligatorio escoger, por lo menos, una de estas actividades. Los padres seleccionarán el mejor lugar en donde sus hijos o alumnos las ejecutarán:
 A) Organiza con tus padres y amigos, excursiones cerca del hogar (playas, ríos, monumentos, lugares).
 B) Organiza en tu hogar una reunión con tus mejores amigos, amigas, los padres de tus amigos y tus familiares. Es bueno que tus padres les conozcan.

URBANIDAD
Es deseable reunirse, todos los que conviven bajo el mismo techo, con el objeto de leer y comentar un párrafo de Urbanidad. Sería provechoso que tus padres descarguen o compren, el "Manual De Urbanidad” de Manuel Carreño.

Fundación Amigos Del Mundo Incorporada. Amimundo.
 Programa de Crecimiento Personal.
 Módulo 11.
Urbanidad de Manuel Carreño.

Barahona, República Dominicana



8092874230


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